
Cirugía laparoscópica y robótica
¿Cómo se realizan los procedimientos laparoscópicos?
La cirugía laparoscópica es mínimamente invasiva ya que solo se requieren 3 o 4 pequeñas incisiones (orificios de 0,5 a 1 cm.) en lugar de una herida de 15 a 20 cm. Por estas pequeñas incisiones se i se introducen los instrumentos con los que se opera.
¿Cuáles son los beneficios de la laparoscopia?
Los pacientes que se han sometido a estas intervenciones han tenido los mismos beneficios terapéuticos de la cirugía abierta convencional pero con notablemente menos dolor postoperatorio, menos días de estancia en el hospital, una recuperación mas rápida y mejor resultado estético. Así como un “retorno” mas rápido a los hábitos dietéticos habituales y a la actividad normal.

¿Cuáles son los riesgos de la cirugía laparoscópica?
Como en todos los procedimientos quirúrgicos, existe un riesgo de complicaciones. El médico hará una completa valoración para saber si el procedimiento es apropiado para cada paciente.
Sin embargo, en un pequeño porcentaje de casos, existe la posibilidad de convertir la cirugía laparoscópica en un procedimiento abierto convencional.

Las razones que llevarían a la conversión de una cirugía laparoscópica en una cirugía abierta pueden ser:
- Una complicación importante durante la intervención.
- Si la intervención no está procediendo como al cirujano tenía previsto que sucediera.
Su cirujano comentará en detalle con usted los riesgos potenciales previamente a la cirugía.

¿Todos los pacientes son candidatos a la cirugía laparoscópica?
Hay que hacer notar que no todos los pacientes son candidatos a la cirugía laparoscópica. Cada persona presenta unas circunstancias únicas que tienen que ser consideradas individualmente.
Algunas características que pueden dificultar o contraindicar la cirugía laparoscopica son: Enfermedad pulmonar obstructiva crónica severa, cirugías previas, obesidad mórbida, entre otras.
Descripción de algunos procedimientos Laparoscópicos
Nefrectomía Laparoscópica
Es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva para el tratamiento de enfermedades del riñón (i.e. cáncer, obstrucción o litiasis).
La nefrectomía laparoscópica es un procedimiento que se realiza mediante una técnica de invasión mínima permitiendo al paciente un periodo de hospitalización más corto, una recuperación más rápida y los mismos resultados cuando es comparada con la técnica abierta convencional.
La nefrectomía laparoscópica es un procedimiento que se realiza mediante una técnica de invasión mínima permitiendo al paciente un periodo de hospitalización más corto, una recuperación más rápida y los mismos resultados cuando es comparada con la técnica abierta convencional.
Este procedimiento ya ha sido realizado a muchos pacientes en los últimos años. Habitualmente la duración de la intervención es de 2 a 4 horas. La cirugía se realiza colocando 3-4 pequeñas (1 cm) incisiones en el abdomen. El riñón es extraído a través de una incisión de 5-10 cm de longitud dependiendo de su tamaño.


Posibles Riesgos
Este procedimiento ha probado ser muy seguro, sin embargo, como cualquier cirugía, existen riesgos y posibles complicaciones. Las tasas de seguridad y de complicaciones son similares cuando son comparadas a la cirugía abierta.
Los riesgos potenciales incluyen:
- Sangrado: Durante esta intervención, es posible la pérdida de sangre, la transfusión puede ser necesaria en el 5% de los pacientes intervenidos
- Infección: A todos los pacientes se les administran antibióticos por la vena, antes de empezar la cirugía con el fin de disminuir la posibilidad de infección.
- Daño a otros órganos o tejidos: Aunque es muy poco probable, existe la remota posibilidad de que una lesión en otros órganos como son el intestino, venas o arterias, bazo, hígado, páncreas, pleura y vesícula biliar pueda requerir otra cirugía. El posible daño a nervios o músculos relacionados con la posición también es posible. Estos daños también pueden ser causados con la cirugía abierta.
- Convertir a cirugía abierta: El procedimiento puede requerir la conversión a la cirugía abierta convencional si se presentan dificultades durante la intervención laparoscopica. Esto puede resultar en un periodo de recuperación más largo o en una incisión más grande.
Prostatectomía radical Laparoscópica
Esta técnica se realiza a través de 5 pequeñas incisiones en el abdomen, contrasta con la técnica abierta en la que es necesaria una incisión en la línea media de la parte baja del abdomen.
Durante la prostatectomía radical laparoscópica, la glándula prostática es separada de la vejiga y de la uretra y posteriormente estas estructuras son nuevamente unidas. La próstata es extraída a través de una de las incisiones utilizadas previamente, habitualmente es necesario abrir un poco esta pequeña incisión (3-6 cm) dependiendo del tamaño de la próstata.


Visita preoperatoria
En la visita preoperatoria, el urólogo revisará su historial clínico, los valores del PSA, el resultado de la biopsia de próstata en donde se diagnostica el cáncer y posiblemente una gammagrafía ósea y una tomografía axial computada del abdomen y la pelvis, así como todas las pruebas que puedan ser de utilidad para el tratamiento.
Seguidamente, comentará con usted las opciones de tratamiento que existen para el cáncer de próstata.
Procedimiento
La prostatectomía radical laparoscópica es un tratamiento aceptado y establecido para el cáncer de próstata localizado. Este procedimiento requiere la participación de un equipo de cirujanos, anestesiólogos, enfermeras y técnicos entrenados y capacitados para la realización de intervenciones laparoscópicas.
La prostatectomía radical laparoscópica se realiza de acuerdo a los principios de la cirugía abierta pero sin que la mano del cirujano entre al abdomen. Las lentes del laparoscopio, conectado a la cámara proyectan al monitor una excelente imagen ampliando los detalles de la próstata y de las estructuras vecinas permitiendo así una disección más precisa.
Una vez que la próstata es liberada de la vejiga, el recto y la uretra. Se coloca en una pequeña bolsa de plástico y extraída por uno de los orificios creados para realizar la intervención.
La vejiga se “une” nuevamente a la vejiga para restaurar la continuidad del tracto urinario mediante la utilización de técnicas laparoscópicas dentro del cuerpo.
Se coloca una sonda a través del conducto de la orina (uretra) para vaciar la vejiga y permitir la correcta cicatrización de la conexión uretra-vejiga. Además, u pequeño tubo de drenaje es colocado a través de una de las incisiones.
La duración de la prostatectomía radical laparoscópica es aproximadamente 2 a 4 horas, pero puede variar de acuerdo a las características de cada paciente, como el tamaño de la próstata, la forma de la pelvis, el peso del paciente o cirugías previas en el abdomen o la pelvis.
Opiniones en Doctoralia basado en 2000 opiniones
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Pedro Cuevas27/7/20 
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Gilbran López 3/5/208 
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Iñigo Martinez9/3/2018 
Visite al doctor luis Daniel carrillo, el cual me atendió muy profesionalmente!! De igual forma es que el tratamiento y las medidas de cuidado que me dio fueron fáciles de entender y de muy buena de e
Rodrigo Bentazos11/2/2018 
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