Cistitis intersticial

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Diagnóstico

Las siguientes medidas pueden ser útiles para diagnosticar la cistitis intersticial.

Historia clínica y diario de actividad urinaria.

Tu médico te pedirá que describas los síntomas y quizás te solicite que lleves un diario de actividad urinaria, en el cual registres el volumen de líquidos que tomas y el volumen de orina que eliminamos.

Análisis de orina.

Se analiza una muestra de orina para detectar signos de una infección en el tracto urinario.

Biopsia.

Durante la cistoscopia con anestesia, el médico puede extraer una muestra de tejido (biopsia) de la vejiga y la uretra para examinar con el microscopio. Esto se realiza para detectar cáncer de vejiga y otras causas poco comunes de dolor de la vejiga.

Análisis de sensibilidad de potasio.

El médico coloca (infunde) dos soluciones (cloruro de agua y potasio) en la vejiga, una a la vez. Te pedirá calificar en una escala de 0 a 5 el dolor y la necesidad de orinar que sientas después de instilar la solución. Si sientes significativamente más dolor o más necesidad de orinar con la solución de potasio que con la de agua, es posible que el médico diagnostique cistitis intersticial. Las personas con vejigas normales no pueden diferenciar entre las dos soluciones.

Tacto vaginal.

Durante un tacto vaginal, tu médico examina los genitales externos, vagina y cuello del útero, y examina el abdomen para evaluar los órganos pélvicos internos. Es posible que el médico también examine el ano y el recto

Cistoscopia.

El médico introduce un tubo delgado con una cámara pequeña (cistoscopio) a través de la uretra, lo cual permite observar el revestimiento de la vejiga. El médico también puede inyectar líquido en la vejiga para medir la capacidad de la vejiga. Es probable que tu médico realice este procedimiento, conocido como hidrodistensión, después de administrarte un medicamento anestésico para tu mayor comodidad.

Citología de la orina.

El médico recoge una muestra de orina y examina las células para ayudar a descartar el cáncer.

Tratamiento

No hay un tratamiento simple para eliminar los signos y síntomas de la cistitis intersticial, ni un tratamiento único que funcione para todos.
Es probable que necesites probar varios tratamientos o combinaciones de tratamientos antes de que encuentres un enfoque que alivie los síntomas.

Fisioterapia

Con la ayuda de un fisioterapeuta puedes aliviar el dolor pélvico relacionado con la sensibilidad en los músculos, los tejidos conjuntivos restrictivos o las anomalías musculares en el piso pélvico.

Estimulación nerviosa

Entre las técnicas de estimulación nerviosa, se incluyen las siguientes:

Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea.

Con la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, impulsos eléctricos leves alivian el dolor pélvico y, en algunos casos, reducen la frecuencia urinaria. La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea aumenta el flujo sanguíneo hacia la vejiga.
Esto puede fortalecer los músculos que ayudan a controlar la vejiga o activar la liberación de sustancias que bloquean el dolor. Se colocan cables eléctricos en la parte baja de tu espalda o justo arriba del pubis y estos envían impulsos eléctricos (el tiempo y la frecuencia del tratamiento dependen de lo que se recomienda a cada persona).

Estimulación del nervio sacro.

Los nervios sacros son la unión principal entre la médula espinal y los nervios de la vejiga. Con la estimulación de estos nervios se pude reducir la urgencia urinaria asociada a la cistitis intersticial. Mediante la estimulación del nervio sacro, un cable fino ubicado cerca de los nervios sacros envía impulsos eléctricos hacia la vejiga, algo similar a lo que sucede con un marcapasos en el corazón.
Si el procedimiento disminuye los síntomas, pueden implantarte un dispositivo permanente mediante una cirugía. Este procedimiento no controla el dolor por la cistitis intersticial, pero puede ayudar a aliviar algunos síntomas de la frecuencia urinaria y la urgencia por orinar.

Distensión de la vejiga

Algunas personas observan una mejoría temporal en los síntomas después de someterse a una cistoscopia con distensión de la vejiga. La distensión de la vejiga es el estiramiento de la vejiga con agua.
Si experimentas una mejora a largo plazo, es posible repetir el procedimiento. Medicamentos instilados en la vejiga

Cirugía

En muy pocas ocasiones, los médicos recurren a la cirugía para tratar la cistitis intersticial ya que, con la extirpación de la vejiga, no se alivia el dolor y esto podría provocar otras complicaciones.
Las personas con dolor intenso o aquellas cuyas vejigas pueden retener solo volúmenes muy pequeños de orina están en condiciones de someterse a una cirugía, pero generalmente solo después de que otros tratamientos no fueron exitosos y los síntomas afectan la calidad de vida. Entre las opciones quirúrgicas se incluyen las siguientes:

Fulguración.

Este tratamiento mínimamente invasivo implica la colocación de instrumentos a través de la uretra para quemar las úlceras que pueden presentarse con la cistitis intersticial.

Aumento de la vejiga.

Para aumentar la capacidad de la vejiga, en este procedimiento el cirujano coloca un parche de intestino en la vejiga. Sin embargo, esto solo se realiza en ocasiones muy específicas y poco frecuentes. El procedimiento no elimina el dolor y algunas personas necesitan vaciar la vejiga con un catéter muchas veces al día.

Resección.

Este es otro tratamiento mínimamente invasivo que implica la colocación de instrumentos a través de la uretra para cortar alrededor de las úlceras.

Estilo de vida y remedios caseros

Algunas personas con cistitis intersticial alivian los síntomas mediante estas estrategias:

Cambios en la alimentación.

Es posible que la eliminación o la reducción del consumo de alimentos que irritan la vejiga ayude a aliviar el malestar causado por la cistitis intersticial. Entre los irritantes comunes de la vejiga, conocidos como las «cuatro C», se incluyen los siguientes: bebidas carbonatadas, cafeína en todas sus formas (incluido el chocolate), cítricos y alimentos con altas concentraciones de vitamina C.
Además, considera evitar alimentos similares, por ejemplo, tomates, encurtidos, alcohol y especias. Los edulcorantes artificiales pueden empeorar los síntomas en algunas personas. Si crees que ciertos alimentos pueden irritar la vejiga, intenta eliminarlos de tu dieta. Reintrodúcelos uno por uno y presta atención a aquellos, si los hay, que empeoren los síntomas.

Entrenamiento de la vejiga.

El entrenamiento de la vejiga implica orinar de manera programada: ir al baño según la hora en lugar de esperar a tener ganas de ir. Lo primero que harás es orinar en intervalos establecidos, por ejemplo, cada media hora, ya sea que tengas ganas o no. Luego, esperarás gradualmente más tiempo entre las veces que vayas al baño.
Durante el entrenamiento de la vejiga, puedes aprender a controlar la necesidad de orinar mediante técnicas de relajación como respirar lenta y profundamente o distraerte con otra actividad.

A continuación, mencionaremos medidas de cuidado personal que también pueden ayudar:

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