Cómo una afecta la otra
Existen ciertas inquietudes detrás de la vasectomía, haciendo que más de un hombre «le saque la vuelta» a la cirugía. Sin embargo, es un método ambulatorio, rápido y muy, muy efectivo en la planificación familiar, embarazos y responsabilidad sexual.
Una pregunta comúnmente asociada a este procedimiento es el de la eyaculación.
Los hombres que deciden realizarse la vasectomía, ¿siguen disfrutando igual su sexualidad? ¿Cambia algo en su erección? ¿Siguen eyaculando como habitualmente lo hacen y pueden lograr el orgasmo? Vamos a hablar un poco más al respecto para resolver dudas.
¿Qué es la vasectomía?
La vasectomía es un procedimiento anticonceptivo masculino, en el que los conductos deferentes se cortan o ligan, para evitar el paso de los espermatozoides desde los testículos hasta los conductos eyaculatorios.
La idea detrás de una vasectomía es que, después de la misma, las emisiones de semen que el hombre eyacule ya no contengan espermatozoides, haciéndolo así estéril.
¿Cómo se realiza?
Hoy por hoy, una vasectomía es ambulatoria, por lo que no requiere atención quirúrgica.
Realizada bajo anestesia local y sin necesidad de bisturí, la vasectomía simplemente requiere una incisión milimétrica en el escroto (la bolsa de piel que contiene los testículos) y tiene muy, muy pocas y raras complicaciones.
Durante la vasectomía, el médico especializado hará los cortes en cada conducto deferente, imposibilitando así el paso de los espermatozoides – las células reproductoras masculinas – hacia los conductos eyaculatorios.
El resultado será semen de apariencia igual previa a la cirugía, pero sin la presencia de espermatozoides.
Después de la vasectomía, el paciente debe guardar reposo por aproximadamente unas 24 horas, y es usual que se receten antibióticos preventivos y analgésicos para aminorar las molestias que pudiera causar la intervención.
¿Y qué pasa con los espermatozoides?
Hay que recordar que el semen, el líquido que se expulsa durante la eyaculación, está compuesto no solamente de espermatozoides, sino también de otros fluidos, como los producidos por la vesícula seminal o la próstata.
Al no tener a dónde ir durante la eyaculación, los espermatozoides ya no formarán parte de la composición del semen, y simple y sencillamente, serán reabsorbidos por el cuerpo.
Algo que es importante recalcar es que después de la intervención, aún existirán espermatozoides en los conductos eyaculatorios, por lo que si la planificación familiar está de por medio, se aconseja y recomienda seguir utilizando métodos de anticoncepción como el condón.
No será sino a partir de los 3 meses – el tiempo puede varias entre pacientes – que el hombre será completamente estéril, y si la relación es monógama o ambas partes lo han acordado explícitamente, ya no habrá riesgo de embarazo. Un estudio de semen puede despejar dudas.
¡No existen cambios en la eyaculación!
Afortunadamente, para el hombre, como para su pareja sexual, la vasectomía no tiene efectos secundarios. Simplemente, el semen ya no contendrá espermatozoides.
La vasectomía no interfiere con el apetito sexual, ni la producción de testosterona, por lo que se seguirá sintiendo la misma atracción hacia la pareja, o el deseo sexual continuará como siempre.
En cuanto al orgasmo y la eyaculación, la vasectomía tampoco tiene la capacidad de modificarlos: ¡todo seguirá igual!
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En mi consultorio, he realizado más de 500 vasectomías, todas con éxito.
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